Miles de vuelos fueron cancelados o retrasados en Estados Unidos el 8 de agosto debido a las condiciones del clima en la Costa Este del país.
De acuerdo con los reportes, las cancelaciones y retrasos son la continuación de una serie de afectaciones al transporte aéreo ocurridas por las tormentas en Nueva York, Filadelfia y Washington.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA), desde el 7 de agosto las tormentas de la Costa Este obligaron a redirigir numerosos vuelos en la zona, que además cubrió Charlotte, Atlanta e incluso Florida.
En el proceso, unos 8.200 vuelos fueron retrasados ese día y otros 1.600 se cancelaron desde y hacia las ciudades afectadas por el clima que puso en alerta a 120 millones de personas.
Los aeropuertos de LaGuardia y el Hartsfield-Jackson vieron los mayores desvíos y cancelaciones durante la noche, con casi 2.000 vuelos retrasados entre ambas terminales aéreas.
Las tormentas se extendieron hasta Virginia y la FAA suspendió 200 vuelos y canceló igual número en el Aeropuerto Reagan poco antes de concluir la jornada.
Una de las aerolíneas más afectadas el día 7 fue Delta, con el 11% de sus vuelos suspendidos (unos 400 vuelos) y otros 1.200 retrasados.
La situación el 8 de agosto mostró mejoría en las áreas mayormente impactadas por las tormentas, aunque en Baltimore y Queens, Nueva York, continuaron las afectaciones.
El martes Delta indicó que todavía unos 148 vuelos estaban retrasados y otros 100 habían sido cancelados por el clima, lo que representa un 3% de su itinerario diario.
LaGuardia, Atlanta, Newark Liberty y Boston Logan fueron las terminales aéreas que se mantuvieron con operaciones limitadas, con un pico de 20 cancelaciones y 11 retrasos durante la mañana posterior a las lluvias.
En los últimos meses las cancelaciones por el clima severo han aumentado debido a las fuertes tormentas que han golpeado a Estados Unidos.
Solamente las ocurridas entre el 7 y el 8 de agosto dejaron sin electricidad a más de 400.000 viviendas y negocios y provocaron la muerte de 2 personas.
La FAA indicó que continuará monitoreando el clima, pero advirtió que dada sus limitaciones actuales de personal los desvíos de rutas en la Costa Este podrían afectarse de ocurrir otro evento climatológico severo.