Las agencias de monitoreo de Estados Unidos reportaron un terremoto de gran intensidad cercano a Alaska y otras zonas de América del Norte.
De acuerdo con el informe del Servicio Geológico Nacional (USGS), el sismo ocurrió a las 10:48 pm del 15 de julio, tuvo una magnitud de 7,2 en la escala de Richter y fue perceptible en la península de Alaska, la Ensenada de Cook y las Islas Aleutianas.
La agencia reflejó que el terremoto tuvo su epicentro a 65,8 millas (106 kilómetros) al sur de Sand Point, en Alaska a una profundidad de 13 millas (21 kilómetros), señalando en un tweet que “la antiguamente tranquila Grieta de Shumagin ya no está tan tranquila”.
Esto provocó que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitiera una alerta de tsunami que aplicaba para toda la zona costera de Alaska entre Unimak Pass y Chignik Bay y zonas más lejanas como Hawái, hasta que una hora después ambos territorios retiraron la alerta.
Aun así, el mar reflejó una elevación de su nivel en los alrededores del epicentro, con elevaciones de 0.5 pies en King Cove y Sand Point.
No se esperaba que la Isla Kodiak y la Península de Kenai fueran afectadas, aunque en ambos lugares se evacuaron personas y levantaron órdenes de refugio en el lugar.
En las zonas con mayor perceptibilidad del terremoto se informó a los residentes mantenerse en los refugios y no acercarse a los lugares potencialmente peligrosos hasta que terminaran las réplicas.
El USCG reportó al menos 8 réplicas durante la noche del 15 de julio, con magnitudes menores al sismo original, pero con una de 5.0 poco después de ocurrido.
Alaska suele sufrir terremotos de diversa magnitud anualmente, pues se encuentra en una zona falla muy activa y al año se reportan más de 1000.
Es el estado con mayor actividad sísmica, superando a California con reportes de terremotos de hasta 9,2 de magnitud en el siglo pasado.
Adicionalmente, Alaska tiene también gran actividad volcánica y el propio 15 de julio el Observatorio Volcánico del estado reportó actividad en el volcán Shishaldin, emitiendo una orden de vigilancia por posible erupción tras el impacto del terremoto.