Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvieron dos operaciones de contrabando de cocaína en uno de los puertos de entrada de Texas.
Las intercepciones fueron llevadas a cabo por oficiales de la oficina de Operaciones de Campo ubicados en el Puerto de Entrada de Laredo, específicamente en los puentes de Juárez-Lincoln y Colombia-Solidarity.
La primera de las acciones ocurrió el 13 de julio en el Juárez-Lincoln, cuando un agente detuvo un vehículo modelo Honda Civic 2015 y lo envió a inspección secundaria por sospechas de posible contrabando.
Los agentes procedieron a revisar el automóvil por métodos no intrusivos y con perros hasta descubrir lo que un examen preliminar calificó como cocaína.
En total, la droga descubierta tenía un peso de 28.10 libras (12.7 kilogramos) y de haber llegado a las calles habría tenido un valor aproximado de 375.309 dólares.
El conductor, un ciudadano estadounidense de 68 años, fue arrestado por cargos de intento de tráfico y puesto en custodia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).
Dos días después, el 15 de julio, y en el puente de Colombia-Solidarity, un oficial de la CBP detuvo a un ciudadano mexicano de 48 años que solicitaba la entrada a Estados Unidos.
El agente solicitó que se realizara una segunda inspección no intrusiva y con técnica canina al Ford Edge de 2013 que conducía el sospechoso.
La investigación arrojó que en el vehículo se hallaban ocultas 47 libras de cocaína, cuyo valor en las calles habría ascendido a un total de 628.752 dólares.
De acuerdo con la agencia, se estima que las 75.10 libras de cocaína incautada en las dos operaciones habrían tenido un valor combinado de más de 1 millón de dólares.
El ciudadano mexicano fue enviado a HSI para su posterior procesamiento y los vehículos interceptados en ambos casos fueron confiscados junto a la droga.
En las últimas semanas la CBP ha incrementado el número de intercepciones de droga que realiza en los puertos de entrada a Estados Unidos.
Solamente con la Operación Artemis la agencia interceptó hasta mediados de julio más de 5.000 libras de varias drogas (entre ellas cocaína), alrededor de 300 de metanfetamina, más de 60 moldes y prensas para fabricar píldoras y unas 5.000 libras de químicos precursores para producir fentanilo.