En la IX Cumbre de las Américas celebrada con la presencia de varios líderes caribeños, el gobierno de los Estados Unidos anunció su compromiso de apoyar a los países caribeños y latinoamericanos para enfrentar el cambio climático así como la posibilidad de emplear otras fuentes de energía alternas a través del impulso de nuevas medidas.
Lo anterior obedece, entre otras razones, a la realidad ambiental que vive el mundo de hoy con el enfrentamiento a las consecuencias y los elevados costos que provoca el cambio climático, con énfasis en los países del área del Caribe y Latinoamérica.
En la magna cita se promovió la creación de la Asociación entre los Estados Unidos y el Caribe para enfrentar la Crisis Climática (PACC 2030), avalado por la permanente vulnerabilidad al incremento del nivel del mar a consecuencia del calentamiento global y que, por supuesto, perjudica las actividades económicas.
De esta manera, la vicepresidenta explicó los compromisos del gobierno norteamericano con respecto a los países del área a través del mecanismo esencial con el cual se cuenta para tratar la seguridad energética amparados por el Programa PACC 2030.
¿Cuáles son los pilares que incluye la Asociación de los EEUU con los países del Caribe?
La Asociación entre los Estados Unidos y el Caribe, lanzada durante la IX Cumbre de las Américas, incluye cuatro pilares esenciales:
- Perfeccionar los mecanismos de acceso al financiamiento para el desarrollo para hacer realidad los proyectos elaborados.
- El trabajo arduo que permita la identificación de proyectos novedosos de energía limpia.
- Ofrecer el soporte técnico para aquellos proyectos viables.
- Incluir inversionistas en áreas de interés, específicamente en los países caribeños.
Ello proporcionará la generación de puestos de trabajo decorosos y mejor remunerados, incrementar las energías no contaminantes, promover la seguridad energética, que se revertirá en una mayor resistencia a estos impactos negativos, es decir la construcción de comunidades más resilientes.
Por otra parte, el gobierno de ese país norteño, espera sumar a la iniciativa tomada bajo el nombre de “Energía Renovables para América Latina y el Caribe” a otros países con la intención de alcanzar una meta conjunta del 70 % de la capacidad de generación de energía renovable para el año 2030.
Para cumplir con este propósito se coordina con cuatro bancos la disponibilidad de hasta 50 000 000 000 de dólares durante los venideros cinco años para apoyar una “ambiciosa acción climática”.
No obstante, el gobierno norteamericano considera que el problema no es solo de dinero, sino de apoyar en la identificación de proyectos, facilitar los medios y las capacidades que permitan, una vez que se planifiquen, ponerlos en marcha.
De ahí que se contemple, también, la formación y preparación de expertos en cambio climático.
La alta funcionaria del gobierno norteamericano acotó finalmente que “Al acelerar la transición la energía limpia, logramos grandes oportunidades para toda la región”.